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La Torre de la Malmuerta es una edificación albarrana que data de principios del siglo XV y bajo la cual existen multitud de historias y leyendas.
La torre fue construida entre los años 1404 y 1408 con clara inspiración en la Puerta de Sevilla del Alcázar Viejo. Su situación, fuera la muralla, la hace especialmente característica en la ciudad y suscita el interés de gran número de historiadores.
Muchos de ellos, crearon o continuaron ciertos mitos e historias que rodean la construcción de la Torre de la Malmuerta. Algunos cuentan que la razón de su creación fue una sentencia a un anciano noble del linaje de los Gómez de Córdoba por el asesinato de su joven mujer enloquecido por celos sin fundamento. Otros muchos datan el origen de este edificio en otra disputa, pero esta vez entre Fernán Alonso de Córdoba y su mujer, la cual mantenía relaciones extramatrimoniales con Don Jorge de Solier y Fernández. Escritores como Juan Rufo o Lope de Vega basaron sus obras en dicha historia llevándolas a libros y teatros bajo el nombre “Los comendadores de Córdoba”.
Puestos a leer leyendas, otra de ellas cuenta que la Torre de la Malmuerta fue construida por un hechicero de la ciudad escondiendo un tesoro en su interior. Aquel caballero que fuera capaz de leer el escrito que se encuentra en la parte interior del arco mientra galopaba a lomos de su caballo, desplomaría la torre y aparecería el tesoro.
Determinados escritores pertenecientes al reinado de Enrique III relatan que de manera anterior a la actual Torre de la Malmuerta de la que hablamos, existía otra, también ajena a la muralla de origen árabe.
La Torre de la Malmuerta está construida en piedra de cantería, posee una base octogonal con pirámides que refuerzan su estructura. La torre está fuera del perímetro de la muralla que acordonaba la ciudad por lo que tuvo que ser unida al contorno gracias a un arco de medio punto. Su interior es macizo hasta la altura del arco, a partir del cual existen diferentes estancias a las que se accede por una escala exterior. La torre culmina con almenas. Bajo el arco existe una inscripción ya casi ilegible junto al escudo del monarca Enrique III.
“En el nombre de Dios: porque los buenos fechos de los Reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy poderoso Rey Don Henrique, é comenzóse á sentar en el año de nuestro Señor Jeso Christo de M.CCCCVI años, é sendo Obispo Don Fernando Deza, é oficiales por el Rey Diego Fernández, Mariscal, Alguacil Mayor, el Doctor Luis Sánchez, Corregidor, é regidores Fernando Díaz de Cabrera é Ruy Gutiérrez… é Ruy Alfonso… de Albolafia, é Fernan Gómez, é acabose en el año de M.CCCCVIII años.”
La torre, además de la función defensiva, tuvo varias utilidades muy dispares. Entre ellas destaca la ubicación de una cárcel para nobles, el uso como sala de fumigación en época de grandes epidemias, observatorio o depósito de pólvora.
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