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El Royal Yatch Britannia es un enorme yate que por 44 años se encargó de llevar a la familia real británica a diferentes destinos. Lejano o cercano, fue un medio de transporte utilizado recurrentemente. La mismísima reina lo describió como “el único lugar donde realmente puedo relajarme”, pues este yate se trató de otro hogar para la familia real.
Sin embargo, su retirada fue en el año 1997, y posteriormente el barco tomó como residencia permanente al histórico puerto de Leith en Edimburgo. Desde entonces, todos los visitantes interesados en conocer y experimentar de manera directa sobre la vida de la realeza en alta mar, pueden acudir.
Su viaje inaugural fue en 1954, hasta que finalmente fue dado de baja en 1997 a raíz de la devolución de Hong Kong. Fue capaz de navegar más de un millón de millas náuticas a 135 países diferentes.
También recibió personajes de alta envergadura como lo fue Nelson Mandela, Sir Winston Churchil y Boris Yeltsin. Por lo que permitió a la reina servir de anfitriona a donde quiera que fuera, otorgándole papel clave a la diplomacia de Gran Bretaña.
Fue construido en 1953 con 412 pies en su totalidad. En su diseño se consideró importante incluir un garaje para el Rolls Roys de la reina, sin embargo, fue un gran reto introducir el carro en la embarcación, pero no imposible. Posteriormente ya la reina decidió utilizar los automóviles de los países a los que visitaba, y el ambiente se cambió a una tienda para cerveza.
Finalmente, una vez amarrado en Edimburgo – Escocia como una actual atracción turística, este yate forma de los últimos 84 barcos reales. De esta manera marcando fin a una tradición que inició en 1660.
Visitar y conocer el Royal Yatch Britannia es una actividad que puedes agregar en la lista de cosas por hacer durante tu vista a Edimburgo. Si te interesa el tema de la monarquía británica, sin duda alguna conocerás un poco más al respecto mientras interactúas en ello.
Por supuesto que muchas personas acuden a este lugar embargados de curiosidad de poder mirar directamente el dormitorio de la reina. Así como aprender sobre el estilo de vida de la monarquía. Pero también está la contraparte, es decir, conocer cómo vivían los más de 220 navegantes a bordo. Sin duda es un barco lleno de curiosidades e historias interesantes.
Si vas con niños, seguro la pasarán genial con mucha diversión de por medio. Además de que cuenta con una versión de audio tour especialmente adaptado para los chiquitos de la casa.
Una vez en el interior del yate, podrás evidenciar muchas fotografías de la realeza saludando desde la proa mientras llegan de un viaje o están zarpando. Seguidamente viene su interesante tour, en el que puedes tomar un audífono con audio autoguiado disponible en 30 idiomas diferentes, incluyendo el español, por supuesto.
Una vez a bordo no puedes dejar de pasar por el famoso salón estatal y los aposentos de la tripulación. Estos último cabe destacar que no eran lujosos, y se evidencia la notable jerarquía en la que se sometía a la tripulación. Eran 220 navegantes que vivieron, durmieron y trabajaron juntos durante cada viaje. Bajo condiciones, prácticamente de hacinamiento.
La sala de máquinas y el salárium dicen que era el área favorita de la reina, son otras habitaciones que debes visitar. Y por supuesto que también el lujoso dormitorio de la Reina Isabel y el del Príncipe Felipe (habitaciones separadas). Así como el del Almirante del barco. La cómoda sala de estar y el comedor de los oficiales.
Es decir, el Royal Yatch Britannia es un palacio flotante de la realeza. Son cinco cubiertas a las que puedes asomarte y evidenciar sus habitaciones exquisitamente decoradas. Entre los más populares están los State Apartments, State Drawing Room, y por supuesto que el dormitorio de la reina.
Para acceder hasta él es únicamente a través de la segunda planta del centro comercial Ocean Terminal. No se sube directamente desde el muelle como de seguro te imaginabas.
Cada detalle de este transporte marítimo está exclusivamente diseñado para mostrar todo aquello que quiere ser exhibido. Del resto, se reservan las acciones y movimientos de lo que pueda ocurrir en su interior.
La proa del barco fue adaptada para los múltiples momentos públicos. De esta manera no revelar más allá de lo que se pretendía. Por lo que se le fue añadido un cortaviento de teca curvo con el objetivo de que la brisa no levante las faldas reales. Y así preservar la modestia de las mujeres a bordo.
En vista de que el barco fue diseñado para darle el uso al que fue destinado, los protagonistas, la Reina Isabel y el Príncipe Felipe participaron directamente. Por petición, los colores de cada una de sus habitaciones fueron según sus gustos.
El yate está embarcado en el puerto de Leith, a unos escasos 3 kilómetros de distancia del centro de la ciudad.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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