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La Plaza de las Tendillas es el corazón de la ciudad de Córdoba y es el eje donde se desarrolla gran parte de la vida comercial de la capital.
La demolición de un antiguo hotel dejó al descubierto una amplia superficie alrededor de la cual se fue conformando la plaza como la conocemos a día de hoy. En 1926 se construyó en el lado occidental las casas de Martín Fernández y las de Casana Diéguez. Un año después, en 1927 se modeló el lado norte del plaza con el edificio de la Unión y el Felix y Telefónica.
En 1928 se realizaron las obras pertinentes para la construcción del lado sur de la plaza con los edificios de la casa de los Condes de Colomera y la de Enrique Barrios. Con esto, la plaza quedaba cerrada por el edificio del Instituto Provincial Luis de Góngora, que se mentía en pie desde 1847.
Pero sin duda el elemento característico de la Plaza de las Tendillas no son los edificios de su perímetro, sino la escultura ubicada en el centro que preside la misma. La figura representa a Don Gonzalo Fernández de Córdoba (conocido como Gran Capitán) a caballo y fue creada por el escultor cordobés Mateo Inurria Lainosa; obra por la que recibió la medalla de honor de la Exposición Nacional de las Bellas Artes. En su origen, la escultura estuvo ubicada en la calle Gran Capitán durante 7 años, hasta que en 1927 fue trasladada a su localización actual. A día de hoy, la estatua se levanta sobre una fuente de estética sobria, que junto a 16 chorros que manan agua en vertical refrescan el ambiente.
Otro elemento realmente característico que otorga singularidad a la Plaza de las Tendillas desde 1961 es su reloj. Ubicado en la esquina con la Calle Gondomar, da la bienvenida cada año nuevo a miles de cordobeses que se reúnen en la plaza para celebrarlo. En lugar de las clásicas campanas, el reloj de la Plaza de las Tendillas toca los cuartos y las horas con un sonido de guitarra creado por Manuel Reyes Maldonado y tocada a manos del guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares.
La amplia superficie de la plaza y su ubicación tan céntrica fueron los factores que propiciaron que este enclave se convirtiera en intercambiador principal de transporte público y lugar de carga y descarga para el abastecimiento de todos los comercio que allí se situaban. Sin embargo, en los últimos años la Plaza de las Tendillas sufrió ciertas obras de remodelación que incluyeron su cierre al tráfico. Desde entonces, sólo es posible circular por uno de sus lados, el occidental, y el tráfico es restringido a vehículos autorizados. Sus características, también empujan a convertir la plaza en centro de citas socioculturales, como son conciertos, manifestaciones, semana santa (con la antigua carrera oficial), mercadillos navideños, festejos locales como las cruces, celebraciones deportivas… etc.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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