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La Piazza del Duomo es uno de los lugares más conocidos de Florencia, de hecho, todo aquel que visita la ciudad no puede irse sin antes visitarla.
Situada fuera de las murallas romanas, la ubicación de la plaza se encontraba originalmente en el lado norte del primitivo cuadrilátero que formaba la ciudad. Luego, al construirse el Baptisterio el centro religioso de la ciudad se fue trasladando gradualmente hacia el norte de la ciudad y finalmente se incluyó en el segundo círculo de murallas. Las Iglesias de Santa Reparata, San Salvatore al Vescovo y San Michele Visdomini formaban un eje sacro junto al Palazzo Vescovile delante del Baptisterio, un hospital, una casa parroquial y un cementerio. Unas excavaciones posteriores hallaron un tramo de murallas de época romana de Florentia, además de pavimento de un decumano menor y algunos edificios antiguos.
En el año 430, y siguiendo la tradición, San Zenobi, que fue el primer obispo de Florencia, fue trasladado desde la Basílica de San Lorenzo hasta Santa Reparata. En esa época la plaza era mucho más pequeña, teniendo el Palazzo al lado del Baptisterio, abriéndose un poco más arriba de la puerta y después de un callejón, la fachada de Santa Reparata.
A finales del siglo XIII, al llevarse a cabo las obras de la nueva catedral, un gran número de casas tuvieron que ser demolidas para hacer espacio para la catedral y su campanario.
Con el paso de los años los edificios que componían la plaza permanecieron en su gran mayoría sin alteración alguna, mientras que la plaza fue siendo ampliada poco a poco.
Desde el 2 de octubre de 2009 la plaza es completamente peatonal.
Siempre fui la amiga que llevaba una cámara a cuestas, por lo que acabé convirtiendo en una de mis profesiones. Apasionada de los viajes y la comunicación, siempre pensando el próximo destino
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