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El palacio Hellbrunn se convirtió, a principios del siglo XVII, en el segundo de varios palacios rurales en los alrededores de la ciudad de Salzburgo, Austria. Se trata de un maravilloso palacio con fuentes trucadas de agua que hace mas de 400 anos lleva maravillando a sus visitantes con su impresionante arquitectura y sus divertidos juegos de agua.
El palacio cuenta con una larga historia por detrás, todo comenzó cuando Wolf Dietrich construyó un castillo para su amante Salome Alt y sus hijos, el cual se llamaba Castillo de Altenau. Sin embargo, años más tarde, con la llegada del arzobispo Markus Sitikkus el castillo fue rebautizado con el nombre de Mirabell, nombre con el cual es hoy reconocido.
Aun así, esto no alcanzó y Markus decidió tener su propio edifico para presumir y celebrar su poder. Fue de esta forma que Hellbrunn alzó sus cimientos a principio del siglo XVII precisamente con este propósito.
No se trataba de un lugar con habitaciones para dormir o lugar para alojarse, sino más bien era un palacio compuesto por banquetes y salas de fiestas. Se trataba de un castillo diurno rodeado de fuentes de agua, cotos de caza rodeados por una muralla, un teatro de piedra y jardines de recreo; todas actividades pensadas para la diversión del arzobispo y sus invitados de lujo.
Podemos afirmar que era una residencia veraniega que se construyó nada más ni nada menos que en tres años a pedido de dicho arzobispo. En la actualidad conducen a él una de las avenidas más elegantes y en sus visitas podrás ver las salas y disfrutar de la historia de Hellbrunn. Se lo considera un excelente escenario para aquellos enamorados que estén dispuestos a casarse.
En el palacio se puede disfrutar de los “Juegos de agua” los cuales te brindan un maravilloso espectáculo. Debido a su ubicación el palacio resulto ser perfecto dado que se convirtió en la idílica y caudalosa montana “Hellbrunner Berg”, la cual convirtió el agua en un elemento central de diseño. Los juegos de agua son muchísimos, tenemos por ejemplo:
En la actualidad, se puede visitar y observar casi en su forma original aquellos juegos del agua con los cuales Markus entretenía a sus invitados. Ideal para visitar principalmente en días calurosos para poder disfrutarlos en su totalidad, tanto para grandes como para pequeños.
Por otro lado, los paseos por sus jardines en su amplio parque son fabuloso. El parque del palacio es en parte artificial y en parte un biotopo natural. En los cuales uno puede relajarse, disfrutar de la naturaleza, del aire libre, dar paseos, tomar un descanso o hacer deportes. Hay un parque de aventuras para que los niños puedan divertirse, incluso en invierno vale la pena visitarlo.
Un dato importante para saber y poder visitar es que en vísperas de Navidad el patio del palacio y su antigua entrada se convierten en un mercado navideño muy animado.
Se puede llegar al palacio en autobús, a pie o en bicicleta por la Hellbrunner Alle, la reconocida avenida de los príncipes arzobispos. En autobús no se tarda más de 20 minutos en llegar, mientras que el paseo en bicicleta suele llevar más de media hora.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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