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El Palacio de la Bahía no solo es un palacio, sino que además es un conjunto de jardines situados en la ciudad de Marrakech. Este palacio fue construido por el visir Ahmed ben Moussa durante el último tramo del siglo XIX. La intención de construir este palacio, era ser el más grande de todos.
Una de las historias que rodea este palacio dice que, el visir mandó a construir este palacio para su esposa más querida y su historia es uno de los más grandes atractivos. El nombre del palacio significa el “Palacio de la Bella”. Este hermoso palacio es una de las obras arquitectónicas más significativas de la ciudad de Marrakech.
El visir Ahmed ben Moussa fue quien ordenó la construcción del Palacio de la Bahía. Era el hombre más influyente, hábil y poderoso que tenía el sultán Abdelaziz a finales del siglo XIX. El palacio se construyó desde los cimientos de una antigua mansión que pertenecía a su padre y que recibió como herencia. Además, también tomó posesión de una cierta cantidad de casas que se encontraban en los alrededores.
El visir Ahmed Ben Moussa autorizó el trabajo de diseño y de construcción de su palacio al arquitecto marroquí Muhammad al-Mekki. Los trabajos se extendieron durante 6 años, desde el año 1894 hasta el año 1900. A lo largo de estos años, los mejores artesanos y obreros de todo Marruecos se trasladaron hacia la ciudad de Marrakech para realizar los trabajos de construcción, sin ningún tipo de interrupción.
El Palacio de la Bahía cuenta con 160 habitaciones, todas distribuidas en una sola planta y a un mismo nivel. Cada habitación da acceso a un patio o jardín diferente. La decoración en su interior es una mezcla de la arquitectura árabe y la arquitectura Andaluza. Los mosaicos de sus paredes le dan esa esencia de gran lujo.
Los tallados artísticos de cada puerta de madera son únicos. El sorprendente decorado de los arcos, sumado a la gran hermosura de los techos de madera diligentemente teñidos de manera cuidadosa, le brindan un alto nivel de riqueza y grandeza.
Lo que más destaca del Palacio de la Bella es el gran patio central, que lleva como nombre “Patio de honor”, midiendo 1500 metros cuadrados. El piso del mismo, está cubierto de mármol zelliges (mosaicos geométricos marroquíes). Este patio accede a la Sala de honor, siendo ésta la más lujosa y grande de todo el palacio, y la que se utilizaba para realizar las recepciones oficiales. Por otro lado, el techo de la Sala de honor es digno de admirar, debido a su gran belleza.
El palacio cubre ocho hectáreas de terreno y, debido a la dificultad de movilización del visir causado por su obesidad, había muebles a lo largo de todo el palacio. Sin embargo, en la actualidad las habitaciones se encuentran vacías. Luego de que el visir muriera, sus esposas, concubinas e incluso el propio sultán, tomaron la decisión de desvalijar por completo las habitaciones del palacio. Por suerte, las decoraciones del techo aún se mantienen en el palacio y en perfectas condiciones.
El Palacio de la Bahía se encuentra ubicado a 900 metros de la Plaza Jamaa el Fna. Si estarás de visita en este lugar próximamente, tienes que saber que para llegar al palacio. Desde la plaza debes tomar la calle Rue Riad Zitoun el Jdid (en la esquina del restaurante Marrakchi).
Debido a que el palacio es muy grande, además está completamente vacío y no tiene carteles indicadores en castellano. Esta es la razón por la que probablemente la visita pueda resultarte poco interesante, si vas por tu propia cuenta.
Te aconsejamos que contrates un guía turístico, para que te brinde información sobre cada lugar del palacio y puedas comprender lo realmente interesante que es el lugar. Al menos que, por supuesto, entiendas perfectamente el idioma y puedas leerlo sin dificultad.
Solo un tercio del palacio es el que está habilitado para las visitas turísticas, el resto del palacio es usado por la familia real. De igual manera se puede acceder a pequeños patios interiores. Estos patios dan paso a los salones, donde son recibidos los embajadores y gobernantes de los demás países. Uno de estos salones es la sala del consejo, este sobresale de una manera muy especial con el cielorraso pintado.
Un dato curioso e histórico es que en una de estas salas se instaló la oficina del mariscal Lyautey en los tiempos que el protectorado francés se había impuesto en el país Africano.
También es interesante saber que gracias al gobierno de Marruecos, el Palacio de la Bahía se ha mantenido en un buen estado a lo largo del último siglo, debido a que es el lugar donde llegan los mandatarios extranjeros. Además, en una de las habitaciones del palacio se encuentra el despacho del ministro de cultura de Marruecos.
Marrakech es una gran ciudad y en ella encontrarás diversos palacios y Riad, por lo que tendrás muchas opciones para hacer de tu estadía en la ciudad roja algo inolvidable. Recuerda que es válido vivir cada experiencia que se presenta. Así que si estás en Marrakech, debes aprovechar cada momento e ir a conocer estos lugares, porque lo que hace que cada momento sea único y se mantenga en nuestros recuerdos, son las historias.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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