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El Palacio de Invierno es considerado uno de los edificios más esplendidos de San Petersburgo. Es el más importante del complejo en el que se encuentra ubicado el Museo Hermitage siendo actualmente una sede de éste. En sus comienzos, fue la residencia oficial de los zares de Rusia.
Antes de comenzar con los nuevos paños, la primera residencia imperial en el lugar del Palacio de Invierno era una casa de madera de estilo holandés construida en 1708 para Pedro el Grande y su familia. Más tarde fue reemplazado por un edificio de piedra sobre cuyos restos se construyó lo que hoy es el Teatro Hermitage.
Este palacio se construyó entre 1754 y 1762 con unas 1500 habitaciones en 60 mil metros cuadrados. Su construcción fue encargada por Isabel Pretrovna y llevada a cabo por Bartolomeo Francesco Rastrelli. Este último es mencionado como uno de los nuevos arquitectos de la corte. Años más tarde pasaría a ser reconocido como el maestro del barroco tardío en Rusia. 17 años después nuevamente esta Imperatriz encargó la ampliación del edificio a Rastrelli. Luego de años estudiando los proyectos se decidió reconstruir completamente el palacio en 1754.
La construcción de dicho palacio se hizo al estilo barroco de moda y demandó más de ocho años, llegando a llevarse a cabo también por el periodo corto de gobierno que tuvo Pedro III. Sin embargo, para 1763 con la coronada Imperatriz Catalina II el palacio fue modificado llegando a convertirse en su centro de poder. Casi todos los gobernantes de la dinastía de Romanov, a partir de Catalina la Grande residirían allí.
La idea de Catalina era que el edificio eclipsara en lujo y belleza al resto de los edificios, por ende, cambió el proyecto original de estilo barroco y lo remodeló en un estilo dentro de los estándares del neoclasicismo. En la actualidad se encuentra con estas remodelaciones casi en su totalidad, y se dice que todavía no se encuentra alguna forma nueva de superar esta hermosura.
Es un edificio que en la actualidad es considerado como uno de los más importantes de esta ciudad. No solo domina el paisaje de la Plaza del Palacio y el terraplén sur frente al Río Neva, sino que también ha tenido un importante papel político, simbólico y cultural durante siglos.
El palacio cuenta con diversas cosas que pueden ser visitadas y disfrutadas por turísticos. En él podemos encontrar cientos de habitaciones y salones cuyos interiores son conservados hasta la actualidad y están abiertos a los visitantes.
La visita al palacio no solo exhibe sus interiores sino también alberga el Museo de arte más importante de Rusia conocido como el Museo del Hermitage, en el cual se pueden encontrar miles de obras artísticas de diversos lugares y artistas muy conocidos.
Su entrada principal se encuentra sobre la plaza del Palacio, frente a la columna de Alejandro, la más alta del mundo. Por detrás encontramos el imponente arco triunfal que nos lleva a la avenida Nevsky. En su interior, diversas salas que en su momento fueron destinadas a las tareas de diferente índole.
Se recomienda que si decides visitar el palacio sepas de antemano qué salas y obras te interesa ver, mínimo se necesitan 2 o 3 horas de visita. Hay muchas visitas guiadas y muchos precios que podrán brindarte detalles sobre las obras y el edificio. Suele ir una gran cantidad de gente, pero no debes asustarte por esto, al ser un lugar tan grande ni siquiera vas a chocarte con nadie, lo bueno es que cada uno arma su propio recorrido.
El precio es depende las salas y los lugares que deseen visitar y si lo compran virtual o en boletería al llegar.
Por ejemplo al Complejo Principal cuesta 600 o 700 rublos dependiendo la temporada, los primeros jueves de cada mes es gratuita y el 7 de diciembre, también para niños y estudiantes asique no olviden llevar sus constancias. Hay algunos lugares que no están incluidos en la entrada y que deben ser pagados aparte.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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