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El Museo Vasa es uno de los edificios más reconocidos de Estocolmo. Su nombre se vincula de manera directa del buque de guerra de homónimo que alberga. El único navío del siglo XVII que sobrevivió casi intacto hasta la actualidad. Este barco ha sido levemente reformado, conserva su 98% de su estructura original y se ha convertido en uno de los monumentos más visitados del mundo.
El Vasa fue un buque que se construyó encargado por el rey sueco Gustavo II Adolfo. Comenzó a elaborarse en 1626 en Estocolmo bajo la supervisión del constructor naval, de origen holandés, Henrik Hybertsson.
Fue una fuerte embarcación de tres mástiles capaz de portar diez velas. Tenía una altura desde su extremo superior a la quilla de 52 metros, 69 metros de eslora y con un peso de 1200 toneladas. El Vasa tenía una importante tarea dentro de la armada sueca, es por esto que fue el mejor y mayor buque jamás construido, lo compusieron de 64 cañones. Estaba destinado a participar en las guerras entre Suecia y Rusia, Dinamarca y sobre todo con Polonia, en conflicto por los territorios escandinavos y béticos.
Sin embargo, debido a unas remodelaciones ordenadas por el rey a último momento, el barco por más fuerte que fuera no resistió a tanto peso. El 10 de agosto de 1628 cuando el Vasa zarpó del puerto de Estocolmo, apenas trescientos metros después de haber dejado tierra, un fuerte ventarrón hizo que el barco se escorase y que comenzara a entrar agua por las puestas de los cañones. En muy poco tiempo el Vasa se hundió al fondo del mar y con él, de las aproximadamente 150 personas a bordo perdieron la vida al menos 30.
Con semejante tragedia se culpó a diversas personas que fueron llamadas a dar su declaración. Sin embargo nunca se encontró un verdadero responsable. Uno de los motivos es que en esos momentos no se disponía de las tecnologías que existen hoy para poder medir y calcular las herramientas de dicho barco.
Un tiempo después, 333 años para ser exactos, el barco fue encontrado bajo las aguas del archipiélago de Estocolmo. El buque emergió del agua el 24 de abril de 1961, recuperándose con el mas de 14000 piezas sueltas de madera.
El museo se construyó con el único propósito de albergar este gigante y espeluznante buque marino. El fin es ofrecer a sus visitantes una idea concisa de lo que era la navegación de aquella época. Es una excelente oportunidad para acceder a los relatos históricos y experimentar en persona su impresionante estructura.
En el Museo Vasa se puede encontrar una maqueta del Vasa tal cual a como lucía en el siglo XVII. No solo los amantes de las embarcaciones o la historia quedarán sorprendidos. Todos los visitantes se sienten impactados al presenciar esta exposición.
La acompañan, además, una colección de objetos originales que fueron encontrados a bordo e imágenes de los restos humanos que fueron hallados al momento de encontrarlo. Se puede decir que es una especie de conmemoración a quienes participaron de aquel viaje frustrado.
Además, en esta visita también se proyecta una película de unos 15 minutos que muestra la historia del Vasa y del rescate de este. Se trata en verdad de una actividad turística sencilla, pero muy completa.
Es un lugar imprescindible que no podes perderte de Estocolmo, incluso los más pequeños podrán asistir a zonas interactivas para saber cómo era la vida a bordo de este barco. Es una actividad muy entretenida a la vez que pedagógica.
Su ubicación es en Galarvarvsvagen 14. Según el medio de transporte elegido por cada uno se puede llegar en:
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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