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El Museo Nacional de Escocia es visita obligatoria en tu viaje a la ciudad capital. Es perfecta para pasar una tarde en familia mientras disfrutas de su interesante historia con actividades interactivas. Perfecto para niños.
Si lo tuyo es la historia, el Museo Nacional de Escocia es ideal, en especial cuando de la escocesa se trata. Son un sinfín de artículos y peculiaridades de hace unos cientos de años atrás que narran el interesante estilo de vida de sus ciudadanos. Así como aquellos momentos de importancia que marcaron un hito en el país. Arte, diseño, ciencia y naturaleza, así como culturas de todo el mundo.
Este museo posee la totalidad de su estructura gracias la unión de dos edificios contiguos diferentes. Es decir, dos museos anteriores:
Desde el exterior es evidente la diferencia de las estructuras, pues el primero fue erigido en 1998, mientras que el segundo se construyó en 1861. Envuelto entre un estilo moderno y victoriano, se trata del museo más visitado de toda la ciudad.
Fue en 1998, cuando se inauguró el nuevo edificio del Museo de Escocia que se situó junto al Museo Real. Sin embargo, es en 2004 cuando se aprobó un proyecto para remodelar el antiguo y victoriano edificio.
De esta manera se convirtió en una fachada más armónica, para que así lograra integrarse con la arquitectura y las colecciones de la actualidad. Fue en el año 2006 cuando los dos edificios se unieron y se convirtió en el Museo Nacional de Escocia. Ya posteriormente, el antiguo edificio del Museo Real cerró sus puertas en 2008 hasta 2011 para ser restaurado.
Ahora, su nueva estructura hace recordar, de manera ambigua, a las fortalezas escocesas. Muy especialmente por el color de la fachada, la cual se encuentra cubierta con arenisca proveniente de Moray, región costera de Escocia. Aun así, es evidente el choque de estilos diferentes, pero en su interior permanecen unidos y son parte del mismo conjunto.
Es un enorme edificio que está conformado por seis plantas. Cantidades infinitas de artículos, objetos y obras de arte de todos los diferentes estilos reconstruyen múltiples historias del país. Incluyen sus orígenes y el desenlace de cómo se ha convertido hasta hoy la Escocia que se conoce.
Una vez ingreses a sus instalaciones y comiences a explorar sus rincones, no se te hará difícil llegar hasta la sala más llamativa: Grand Gallery. Es un enorme vestíbulo decorado con abundante hierro fundido y, además un impactante techo de cristal que embarga de luz natural al museo.
Del mismo modo, su distribución está muy bien estructurada y cada nivel posee una temática diferente. Claro está que es todo lo relacionado con Escocia y sus alrededores. Son cinco las principales secciones en las que está dividido este gran museo. De las cuales están muy bien distribuidas en cinco grandes niveles.
Incluye:
La prehistoria es su temática principal. Se trata de los primeros habitantes que se encontraron en esta tierra. Así como también explica el modo de vivir de estos individuos en la ciudad en aquellos tiempos. Y por supuesto que incluye la información sobre las diferentes formaciones de los paisajes escoceses.
Está centrado en la Edad Media y la Edad Moderna, es decir, un amplio periodo que abarca entre el año 900 hasta el 1707. Se trata de la exposición y explicación de aquellos artículos sobre los orígenes de Escocia como nación. Aquellos momentos de relevancia que marcaron un hito en su historia acompañado de los personajes más importantes. O sea, la etapa clave de consolidación de Escocia como nación.
Hace énfasis en la historia escocesa como tal. El protagonista es la historia contemporánea escocesa. Donde evidentemente se expone el accidentado proceso de unión de los parlamentos ingleses con escoceses. También la llegada de la época industrial formó parte de este periodo, el cual transcurrió desde el año 1707 hasta el siglo XIX.
Es la sección que se dedicó a la industrialización y la adaptación del país a un nuevo proceso productivo. Cuando los escoceses decidieron cambiar el campo por la ciudad.
La Primera Guerra Mundial es su principal tema de exposición. Por supuesto que esto conlleva la historia de la vida de las personas que sobrevivieron el fin de la misma. También sobre cómo fue evolucionando el estilo de vida de los escoceses hasta la actualidad.
Este es el plus bonus que ofrece el Museo Nacional de Escocia. Situado en la séptima planta desde donde se puede disfrutar de una hermosa vista de 360º de toda la ciudad. De seguro que las fotos te saldrán hermosas allí.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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