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Considerada como la única de Dubái, la Mezquita Jumeirah es un edificio famoso inspirado en el diseño medieval clásico de cúpulas y alminares. Las visitas son guiadas y surge como uno de los atractivos más espectaculares e interesantes de la ciudad.
Una de sus características particulares es que permite a los no-musulmanes entrar. Entonces es una visita recomendable para todo tipo de turistas. Sin embargo, no está permitido entrar a la mezquita con pantalones cortos o camisetas sin mangas. Las mujeres deben cubrirse el cabello y también hay que descalzarse.
No se trata de un templo musulmán más, sino que estamos hablando del más importante en toda la metrópoli. Ya desde el exterior de la Mezquita Jumeirah nos invita a deleitar su belleza, con una fachada imponente que denota no sólo un gran gusto por los detalles arquitectónicos, sino también que se trata de una obra de arte formidable.
Como bien te indicamos hay algunas pautas que debes seguir para poder entrar. No está permitido acceder a la mezquita con pantalones por encima de la rodilla o camisetas sin mangas. Las mujeres deben cubrirse el cabello. Para entrar también es necesario descalzarse. “Puertas abiertas, mentes abiertas”.
Aunque éste es el lema de Dubái y queda plasmado en la Mezquita Jumeirah, creemos que aún es un paso muy pequeño y se queda en algo simbólico. Solo es posible entrar en una mezquita, los horarios son limitados y hay requisitos de acceso. Eso no es lo que nosotros definiríamos como mente abierta. Países como Egipto están más avanzados en este aspecto. No obstante, es un gran avance en comparación con otras mezquitas, ya que no necesitas ser musulmán. Así que si sientes curiosidad por entrar al lugar, debes ser obediente y cumplir con los requisitos para entrar.
Entre todos los rascacielos relucientes y el glamour de la atmósfera, todavía hay una fuerte corriente de humildad entre la población de fe musulmana, que viene revelada al visitar la mezquita de Jumeirah. Es un lugar muy importante en la ciudad, y al atardecer se convierte en un monumento muy interesante debido a su iluminación realmente sugerente.
El Sheikh Mohammed Center for Cultural Understanding, o SMCCU, organiza excursiones y visitas a la mezquita de Jumeirah seis días a la semana, de sábado a jueves, a las 10 de la mañana. No es necesario reservar, pero conviene llegar a la entrada de la mezquita 15 minutos antes. La visita relata los hechos más destacados que una visita común, dura aproximadamente una hora y 15 minutos.
Un dato importante y poco frecuente para una mezquita, es que se puede fotografiar el interior del edificio, así que es importante llevar una cámara.
La visita está activa desde el año 2006, y gracias a ello la Mezquita de Jumeirah se ha convertido en el punto focal del programa “Open doors. Open Minds”, para difundir la diversidad cultural en la ciudad. Los visitantes tendrán la oportunidad de conocer la cultura y la religión de los Emiratos Árabes Unidos durante la visita, en un ambiente agradable y coloquial.
En el caso de que no sea posible participar en la visita guiada, también se ofrece la oportunidad de visitar la Mezquita de Jumeirah de forma privada. Para ello primero hay que mantenerse en contacto con los responsables de la organización. Merece la pena señalar que la visita guiada es de pago, aunque estamos hablando de poco dinero.
La Mezquita de Jumeirah como se ha mencionado anteriormente se encuentra cerca de la playa pública del barrio. Justo frente al Dubái Marine Beach Resort y Spa, a unos 2 kilómetros al norte del Zoo de Dubái.
Como pasa con todos los destinos en este barrio, el metro no es la opción ideal ya que la parada más cercana, en este caso la World Trade Center de la línea roja, está a más de tres kilómetros de distancia. Lo mejor que se puede hacer es utilizar uno de los autobuses públicos que pasan a lo largo de Jumeirah Road, o si no, una vez que se baja del metro coger un taxi.
Si se decide llegar a la mezquita de Jumeirah con un coche de alquiler, la zona tiene un montón de espacio para aparcar gratis.
La Mezquita Jumeirah es uno de los puntos de interés más icónicos de Dubái. Adoptando una política de «Puertas abiertas, mentes abiertas», recibe a visitantes de todos los credos, quienes pueden admirar los alrededores y aprender sobre el islam y la cultura regional. Es lo bastante grande como para albergar hasta 1200 devotos.
Se construyó por entero con piedra blanca según la tradición fatimí medieval, con minaretes gemelos que se alzan enmarcando la cúpula central. Al atardecer, cuando está iluminada, destacan aún más su valor artístico y su auténtica belleza.
Los representantes locales de la Mezquita están disponibles para llevar a cabo visitas guiadas de 75 minutos a las 10:00 seis días de la semana. Las visitas están organizadas por el Centro para el entendimiento cultural del Jeque Mohammed y brindan a los visitantes la oportunidad de averiguar más sobre la forma de vida y la religión del emirato.
En la visita se dan detalles sobre las festividades, los rituales, las tradiciones, las cocinas y las costumbres de la fe islámica. También podrá aprender más sobre el mes del ayuno del Ramadán. Además, se anima a los visitantes a que formulen sus preguntas y está permitido sacar fotos. Incluso podrá probar aperitivos árabes tradicionales, entre ellos café, dátiles y otras variedades de comida.
Por su parte, los recorridos y enseñanzas se desarrollan en un entorno acogedor y agradable. Hay programas especialmente adaptados, disponibles para los más pequeños. Se recomienda a todos los visitantes que se comporten con respeto y que vistan de manera apropiada; es posible tomar prestado un atuendo tradicional. Se pide a las mujeres que se cubran la cabeza con un pañuelo durante la visita, asegurándose de taparse también los hombros.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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