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Las Minas de Sal de Wieliczka se encuentran en la ciudad con el mismo nombre, en Polonia, perteneciente al área metropolitana de Cracovia. Forman parte de las minas de sal más antiguas del mundo y han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XII hasta el día de hoy.
A estas minas también se las conoce como “la catedral subterránea de la sal de Polonia”. Tienen una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros de galerías. En éstas se encuentran numerosas figuras esculpidas con cámaras y capillas que representan la historia de la minería de la sal.
Cuando hablamos de las Minas de Sal de Wieliczka, hacemomos referecia a una de las minas más antiguas del mundo. De ellas se extrae salmuera desde el siglo XII y se ha recolectado y usado desde entonces como la típica sal de mesa. Desde esta época es que se empezaron a perforar los pozos para extraer la halita. Hacia finales del siglo XIII se construyó el Castillo de Stalworks, actualmente Wieliczka lo conserva.
En 1333-1370 con el reinado de Casimiro III el Grande las Minas de Wieliczka recibieron gran apoyo económico y tuvieron ciertos privilegios que no habían conseguido hasta entonces. Este reinado sirvió mucho para su cuidado y crecimiento.
Esta mina fue utilizada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial como un almacén de guerra y fábricas subterráneas. Los nazis trasladaron muchísimos judíos de otros lados a esta mina para ponerlos a trabajar en dichas fábricas subterráneas de armamentos.
La mina cuenta con un campo de concentración que se creo en el parque de Santa Kinga el cual albergó a aproximadamente 1700 prisioneros. A pesar de todo el trabajo que hicieron los nazis, la producción nunca se llevó a cabo debido al avance soviético que había por estos lugares. Como consecuencia de esto algunas máquinas y equipamientos fueron desmantelados, llevados a otros lugares o devueltos tras la guerra. Los judíos fueron transportados a otros trabajos en otras fábricas más humanas.
En 1978 las minas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es uno de los monumentos más importantes de Polonia. En 2010 se incorporó al título de Wieliczka la mina de sal de Bochnia (la mina de sal más antigua de Polonia), en el 2013 incluyó también al Castillo de Zupney.
La visita por las Minas de Sal de Wieliczka se inicia con el recorrido de unas largas escaleras de unos 350 escalones que se necesita para bajar a los 150 metros de profundidad con los que cuenta la mina. Al llegar abajo nos podemos encontrar con una temperatura de unos 14-16 grados centígrados.
Durante la visita se va a recorrer las largas galerías que componen a esta mina en la que se encontrarán innumerables exposiciones y objetos relacionados a la historia de las minas de sal. Hay hasta 20 salas que la explican en lo largo de todo el recorrido.
En la visita una de las cosas más llamativas son las Estatuas de Sal. En el camino por estas se encuentran cámaras que muestran numerosas estatuas esculpidas por mineros a lo largo de los años, especialmente esculturas religiosas.
Por otro lado dentro de la mina también se encuentra la famosa Capilla de Santa Kinga. Es la cámara más importante de esta mina, con una impresionante expresión artística. Es una sala enorme que cuenta de distintas estatuas y elementos decorativos religiosos, aveces suele ser utilizada como una sala de conciertos. Fue creada en 1896, y desde su creación los mineros no dejaron de decorarlas al pasar de los años con sus dotes artísticos en las paredes y techos de la sala. Su detalle más impactante es el altar, el cual tiene en su parte central una escultura hecha en roca de Santa Kinga y a sus lados se encuentran San José y San Clemente (patrón de los mineros).
La mina tiene hermosos y enormes lámparas de candelabros que cuelgan de el, elaborados con cristales de sal. Cuenta con el monumento de Juan Pablo II también hecho en roca de sal.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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