La Isla de Coloane, en Macao, es un lugar imperdible si lo que se está buscando es salir un poco del bullicio y el ajetreo de la ciudad. Se trata de una isla que está dedicada a los ciudadanos y al encuentro con uno mismo.
En la Isla de Coloane se puede realizar tracking en una red de senderos que está especialmente preparada para ese fin. O simplemente, se puede pasear por sus playas de arena negra para liberar el estrés y pasar un momento sumamente relajante.
Además, se encuentran algunos elementos religiosos, como un templo para la Diosa A-Má. Así que por más que el viajero se aleje un poco de Macao igualmente seguirá conociendo sobre su interesante cultura.
Por otra parte, en la isla se encuentra un pequeño pueblo en cuyo núcleo se encuentra la Parroquia de Sao Francisco Xavier, otra edificación que merece mucho la pena visitar. El pueblo en sí es un sitio muy tranquilo, con sus casas bajas. La calle principal paralela a la línea de la costa en la que se abre una pequeña plaza con un estilo Portugués con soportales permite comprar comida típica de la región.
Este sitio fue ocupado por los portugueses a los inicios del siglo XX, después de más de 50 años a su unión definitiva con el territorio. Hasta entonces, la isla era poblada principalmente por piratas o contrabandistas chinos. Sin embargo esta isla siempre se caracterizó por tener un índice muy bajo de población, por lo que al final se convirtió en el espacio verde que se puede contemplar hoy en día.
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