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La Grand Place (Grote Mark en flamenco) es la plaza central de Bruselas. Es el lugar más conocido de la ciudad gracias a su riqueza ornamental y está considerada una de las plazas más bellas del mundo.
Rodeada de las casas de los gremios, el ayuntamiento y la Casa del Rey, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En esta plaza han tenido lugar acontecimientos importantes, tanto buenos como trágicos, como por ejemplo la quema de los primeros mártires protestantes de mano de la Inquisición o las decapitaciones del conde de Egmont y el conde de Horn.
La implantación de un mercado en la plaza fue el comienzo del desarrollo comercial de la ciudad a finales del siglo XI.
A comienzos del siglo XIII se construyeron tres mercados entre la plaza y Seteenweg. Un mercado de carne o Grande Boucherie, un mercado de pan y uno de tejidos. Estos pertenecían al duque de Brabante y permitían exponer la mercancía sin que tuvieran que sufrir las condiciones de la intemperie, además, se llevaba un mejor control de la mercancía y se podían fijar las tasas.
A principios del siglo XIV se realizaron obras en la plaza que marcarían la emergencia de la importancia de las autoridades de la ciudad (comerciantes y artesanos) frente a la autoridad de los señores. Ante la escasez de dinero, el duque cedió progresivamente una parte de sus prerrogativas relacionadas con el control de comercio, así como Molinos, al consejo de la ciudad. Bruselas, para competir con sus ciudades vecinas, construyó un nuevo mercado de tejidos al otro lado de la plaza. Posteriormente, la ciudad compra varios edificios que molestaban en la plaza para definir mejor sus límites.
El ayuntamiento, que se construyó en varias fases, transformó la plaza marcándola como sede del poder municipal. Justo en frente se encontraba el antiguo mercado del pan, que se transformaría en la Casa del Rey y marcaba el poder del duque. Este además se volvería un lugar de recepción y de justicia principesca.
Alrededor de la plaza se construyeron las casas de empresarios y diferentes gremios.
En agosto de 1695, durante la Guerra de la Liga de Augsburgo, la mayor parte de las casas fueron destruidas durante el bombardeo por las tropas francesas. Únicamente la fachada y la torre del ayuntamiento y algunos muros de piedra resistieron al ataque. Las casas fueron construidas de nuevo por los integrantes de los gremios.
A lo largo de su historia la plaza ha sufrido varios cambios y degradaciones, como la destrucción de símbolos, estatuas, fachadas, decoraciones… pero bajo el mandato de Charles Buls la plaza fue restaurada y reconstruida.
En 1856 fue instalada una fuente el centro de la plaza una fuente monumental en conmemoración del vigesimoquinto aniversario del reinado de Leopoldo I de Bélgica, que posteriormente fue sustituida por otra en 1860, con decoraciones de estatuas de los condes Lamoral y de Horns, que habían sido decapitados en ese lugar.
En la Grand-Place tienen lugar acontecimientos festivos y culturales durante todo el año. En el mes de agosto de cada año par se instala en el centro una inmensa alfombra de flores, de 25×75 metros, que está compuesta por más de 500.000 begonias.
Esta plaza es, sin duda, un gran conjunto arquitectónico que no deja indiferente a nadie.
Siempre fui la amiga que llevaba una cámara a cuestas, por lo que acabé convirtiendo en una de mis profesiones. Apasionada de los viajes y la comunicación, siempre pensando el próximo destino
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