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En la cima del Mont Blanc, en un marco natural incomparable, nace un glaciar cuya lengua de hielo, la más grande de Europa, llega hasta el valle de Chamonix dominando el pueblo de Bossons, el cual le da nombre a esta maravillosa cascada helada.
Esta glaciar se alimenta no solo de la capa de suelo congelado del Mont Blanc sino también del hielo que recibe de otras cumbres montañosas del entorno, aunque su lengua terminal está en continuo retroceso debido al calentamiento global.
Tiene una pendiente media del 50%, alcanzando en su punto más alto incluso el 75%. Esta brutal pendiente junto con los bruscos desniveles del terreno en el que se asienta el glaciar, le dan un relieve muy característico al mismo, plagado de profundas crevasses y numerosas grietas producidas por el continuo movimiento del hielo.
Un telesilla parte del pueblo de Bossons hacia el glaciar, subiendo hasta 1.425 metros. Cerca del final del trayecto del telesilla, a solo cinco minutos a pie, un chalet ofrece una terraza con unas espectaculares vistas de la cascada del glaciar, sus correspondientes seracs (grietas) y las pirámides de hielo. De aquí parte el paseo a la Meseta de las Pirámides, un poco más arriba, y también la popular caminata de La Jonction, el último promontorio rocoso a 2.590 metros de altitud antes de llegar a la alta montaña congelada.
Además de estas impresionantes vistas, el chalet del Glaciar de Bossons ofrece también, a modo de restaurante de montaña, comodidad para reponer fuerzas tomando alguna bebida así como comida típica en un entorno inigualable. Incluso es posible descubrir y disfrutar de una exposición sobre la vida e historia del glaciar.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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