?>
La Cuesta del Bailío era el pasadizo que unía la zona alta de Córdoba (Medina) con la zona baja (Axerquía) y que atravesaba la antigua muralla romana.
La Cuesta del Bailío recibe este nombre debido a que en la casa situada en la zona alta residió en el siglo XVI fray Pedro Núñez de la familia de los Fernández de Córdoba y quien fue Bailío de Lors. La distinción de bailío hacía alusión a un caballero de la Orden de San Juan que por antigüedad o gracia especial gozada de la confianza del rey y tenía la potestad de administrar territorios e incluso hacer justicia en su nombre.
Lo recomendable es que accedas a este emplazamiento desde la calle Alfaros (zona baja) para encontrar la ancha y empinada escalinata de 31 peldaños frente a ti. Aunque hay que apuntar que la estética actual data de la pasada década de los 40, cuando dejó de ser una simple cuesta para contar con los escalones actuales, manteniendo aún así su nombre original. Desde esta zona, podrás contemplar la escalinata al completo con una fuente como colofón final. Al fondo se encuentra la Casa del Bailío y en el plano del fondo se puede observar el campanario de la Iglesia del Convento de los Capuchinos.
A la derecha la pared linda con el huerto de los Capuchinos y muestra de ello son las buganvillas que asoman y se derraman por la parte alta del muro. El colorido de las flores resalta en gran medida con el blanco de las paredes y conforma una estampa digna de fotografiar. Cuando llegas al final de la cuesta encontrarás una fuente que bifurca los caminos; hacia Plaza de Capuchinos y hacia calle Carbonell y Morand.
La fuente, de estilo neobarroco y realizada en granito negro pulido, fue también remodelada en la última intervención que sufrió el enclave. Aunque esta pila tiene un carácter más reciente, sí que existía en la zona un punto de abastecimiento de agua.
Si accedes por la emblemática Plaza de los Capuchinos encontrarás a tu derecha la Casa del Bailío, que se quedará a tu izquierda si llegas por la calle Carbonell y Morand. La fachada renacentista de este edificio data de 1530 y en la actualidad su uso es compartido por un hotel y una fundación.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
Pulsa en para ampliar el mapa
Viajeros por el Mundo funciona gracias a WordPress