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La Catedral de St. Giles es uno de los edificios que representan a la ciudad de Edimburgo. Por lo tanto, es la iglesia más importante de la ciudad capital, así como del país. Esta edificación religiosa fue construida con la finalidad de consagrar a San Giles, quien es el patrón de la ciudad, además del santo de los leprosos.
Es impresionante su gran arquitectura, historia y por supuesto, los conciertos que allí ofrecen. Son 1.000 años de trayectoria y anécdotas que vas a descubrir al visitar este emblemático lugar.
La Catedral de St. Giles fue fundada en el siglo XV. Antiguamente ya existía una pequeña iglesia que había sido edificada en el siglo XII, pero fue demolida para construir este gran edificio religioso sobre la anterior.
Su nombre se debe al santo francés San Giles, a quien se le dio especial importancia durante los tiempos de alianza entre Francia y Escocia, que unieron fuerzas para combatir contra los ingleses. Posiblemente es gracias a esto que lleva su nombre.
La popularidad de Giles es debido a que fue accidentalmente asesinado por un cazador que iba disparar a un ciervo. Luego de su muerte, el cazador decidió dedicarle los hospitales establecidos tanto en Inglaterra como en Escocia. Están totalmente al alcance de los pobres, enfermos, en especial, leprosos, y todo en su honor.
La imagen que representa a St. Giles es de él protegiendo a un ciervo de una flecha, que a su vez atraviesa su cuerpo. De esta manera hiriéndolo irrevocablemente hasta lograr su muerte.
Dicha catedral atravesó momentos históricos de relevancia como la Reforma Escocesa y, posterior a ello ha sufrido múltiples veces remodelaciones de importancia.
Con un plano bastante irregular, así como diferentes estilos arquitectónicos, ha sido ampliada enormemente a comparación de su diseño original. Su remodelación más intensa fue luego del año 1385, posterior a un incendio iniciado por los ingleses. Actualmente predomina el estilo gótico.
En la ciudad de Edimburgo, todos los lugareños hacen referencia como la “Catedral de Edimburgo”. Hasta en la entrada principal posee un gran rotulado que así lo indica, pero es un título que, exactamente, no le corresponde.
Desde el triunfo de la Reforma de Escocia, ya este edificio dejó de contar con la condición de catedral. El templo más importante de Edimburgo, luego del siglo XV (inmediatamente luego de la reforma), se convierte ahora en una iglesia protestante.
Antiguamente si llevaba su merecido título de catedral, pero ya en la actualidad se encuentra consagrada a dicho culto protestante. Por lo tanto, se limita a titularla como iglesia, así como también carece de obispo. Sin embargo, sigue siendo un centro de espiritualidad que debe ser visitado.
Al llegar, lo primero que notarás es su hermosa fachada que se encuentra complementada por una torre que posee una cúpula con forma de corona real. Además del chapitel que le dan un aspecto más interesante.
Antes de ingresar al lugar, presta atención al grabado de la entrada, situado justo encima de la puerta principal. Se trata de una imagen muy típica en la cultura escocesa representado por los famosos ángeles tocando la gaita.
Una vez hayas ingresado, no dejarás de sorprenderte con sus peculiaridades. Sus techos se robarán tu atención de manera inmediata. Son varias las texturas y el colorido que le aportan un aspecto diferente.
Seguidamente están sus impresionantes vidrieras, las que otorgan gran iluminación con una acogedora luz en el interior. Los irás detallando un poco más mientras caminas por sus pasillos, los cuales estás adornados con diversos cuadros y grabados también.
Así mismo, no vas a pasar por alto la estatua de John Knox, pues está ubicado en todo el medio de la nave principal. Este personaje se ganó esta privilegiada ubicación en el templo en vista de su gran liderazgo durante la Reforma Escocesa. Del mismo modo fue un importante predicador, de hecho, fue el primer pastor protestante.
Otra de las cosas que no puedes dejar de ver es el famoso órgano que este templo posee. Es catalogado como uno de los mejores de Europa, cuenta con 4000 tubos y unos cuantos años de antigüedad. Es sin duda, una de las peculiaridades que posee el lugar que es digno de admiración.
En la catedral también se encuentra otro espacio para visitar obligatoriamente. Se trata de la Capilla de Cardo. Fue construida entre los años de 1909 a 1911 especialmente para los Caballeros de la Orden. Organización muy importante para los escoceses y de mucho prestigio también. Por lo tanto, se trata de una gran obra artística conformado por un elegante altar de estilo gótico.
En vista de que está situado en pleno casco antiguo de la ciudad de Edimburgo, es bastante fácil llegar. Procura situarte en la calle High Street en plena Royal Mile. Es decir, caminas en dirección al Castillo de Edimburgo e inmediatamente ya te encontrarás en La Catedral de St. Giles que se encuentra justo al lado.
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