De la Torre Eiffel a las Catacumbas de París hay unos pocos minutos y una milenaria historia. Las Catacumbas son los túneles subterráneos que recorren varios distritos de la capital francesa y cobijan una infinidad de esqueletos. Así como lo ven, es un gran museo de calaveras y huesos de cadáveres de los antepasados parisinos. No apto para personas impresionables o niños.
En la antigüedad eran unas conocidas canteras de las cuales se extraían las piedras calizas utilizadas para diversas canteras y edificaciones de la época. El Inspector General de Canteras, Charles-Axel Guillaumot, decidió en 1.786 el uso de las galerías como depósito de huesos humanos. Los cementerios se encontraban desbordados y se estima que se necesitaron aproximadamente 15 meses para el traslado de los restos fósiles.
A medida que se iban agotando los minerales se profundizaban las excavaciones. En el siglo XVIII se excavaron cientos de kilométros a 20 metros de profundidad, mientra las ciudad de París se seguía extinguiendo en superficie. Es por tal motivo, que diferentes calles, monumentos y sitios de interés están por encima de los túneles mas tenebrosos de las canteras de París o catacumbas en la actualidad.
En sus inicios los millones de cadáveres eran trasladados y dejados en las galerías sin ningún tipo de organización. Más adelante, se tomó la decisión de ordenar las calaveras y restos humanos en las paredes con el fin de formar figuras y armar un mausuleo factible de visitas públicas. Así fue como los túneles se decoraron con fémures y otros huesos, descripciones e inscripciones, no siempre demasiado acertadas.
Solo una porción de las canteras son utilizadas como catacumbas. El resto es un verdadero laberinto de túneles en los cuales perderse es muy sencillo, aunque muy difícil encontrar la salida. Por lo que, la visita está limitada a un mínimo porcentaje y las prohibiciones son exigentes y claras. Aunque, aún así existen quienes infringen la ley poniendo en riesgo su seguridad e incluso su vida.
Unos 800 metros de catacumbas son abiertas al público y están cercadas de manera de evitar el paseo al resto de los túneles del laberinto. Es importante ingresar por los accesos permitidos y contar con un guía para evitar cualquier inconveniente.
Es verdad que existen una variedad de accesos en diversos puntos de París, pero están prohibidos. Más allá de ir contra la ley, el principal problema de estos accesos son los riesgos asociados. Los túneles prohibidos son oscuros, inundables, con posibilidad de desmoronamiento y en ocasiones podrían ser un laberinto mortal por no encontrar la salida.
Una visita a las Catacumbas de París es una experiencia ideal para los amantes del suspenso y del terror. Pero, siempre es aconsejable seguir con las instrucciones de los lugareños y no intentar ir más allá de lo permitido. Las consecuencias podrían ser fatales y arruinas las vacaciones.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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