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El Capricho de Gaudí es un edificio modernista ubicado en Comillas, Cantabria. También conocido como la Villa Quijano fue construido entre 1883 y 1885 y proyectado por Antoni Gaudí por encargo del indiano Máximo Díaz de Quijano y bajo la dirección de Cristóbal Cascante.
Es una de las pocas obras que Gaudí proyectó fuera de Cataluña. Pertenece a la etapa orientalista en la que el arquitecto realizó una serie de obras de marcado gusto oriental inspiradas en India, Persia y Japón. Así como en el arte islámico hispánico principalmente el nazarí y el mudéjar.
Máximo Díaz de Quijano era un indiano enriquecido en Cuba aficionado a la botánica y a la música. También era familia de Antonio López y López marqués de Comillas. Gaudí había trabajado como ayudante en el Palacio de Sobrellano del marqués de Comillas y también trabajó en la construcción de un quiosco en forma de templete de aire oriental.
Al ver esto, Máximo le encargó construir un chalet anexo al palacio que funcionaría como residencia de verano. Este edificio fue llamado Villa Quijano, pero por su aspecto llamativo y exuberante fue conocido popularmente como “El Capricho”.
Su propietario murió unos meses después de terminadas las obras, así que no pudo disfrutar por mucho tiempo de la villa. Esta pasó a su hermana Benita Quijano y su sobrino Santiago López de Quijano. Este último le hizo unas remodelaciones en el año 1914.
Después de la guerra civil el edificio cayó en el abandono y continúo así incluso después del año 1969 cuando fue declarado Bien de Interés Cultural. En el año 1988 fue sometido a unas obras de rehabilitación que costaron 300 millones de pesetas.
Para el año 1992 fue comprado por un grupo japonés quienes lo convirtieron en un museo llamado “El Capricho de Gaudí”. Este museo abrió sus puertas en 2010. Desde ese año ha recibido aproximadamente 500.000 visitantes.
Es un edificio muy rico en detalles decorativos. La fachada principal está estructurada con una serie de franjas horizontales de sillares de tonos amarillo-ocre y con franjas verdes decoradas con girasoles amarillos. Los muros son de ladrillo con forma almohadillada. El tejado de dos aguas está revestido de tejas de cerámica. Y los balcones presentan en su parte superior un diseño a modo de pérgola muy original.
Su torre de 20 metros de altura, contrasta con la horizontalidad del cuerpo central de este edificio. Es semejante a un minarete islámico al cual se puede acceder y desde lo más alto observar el mar cantábrico.
Su planta cilíndrica está formada por tres partes: una terraza situada sobre el pórtico de entrada, el cuerpo central y el mirador que tiene una plataforma con una barandilla de hierro forjado.
El interior está dividido en tres plantas: el semisótano que albergaba la cocina, la planta noble donde se encontraba la residencia principal y el desván que estaba destinado al servicio. La vivienda está decorada con toda clase de lujos ornamentales y los mejores materiales como vitrales, maderas talladas y cerámicas.
Los jardines fueron diseñados por el propio Gaudí y tienen una superficie de 2500 m². Esta zona ha sufrido muy pocas modificaciones por lo que conserva un diseño casi original. Del jardín lo que más resalta es la gruta elaborada con bloques de piedra sin desbastar. Por otra parte, en la fachada trasera cerca de un banco se halla una estatua en bronce de Gaudí.
La decoración y muchas de las soluciones estructurales de la casa, responden a la afición del propietario por la música. Por ejemplo, las barandillas de la torre tienen forma de clave de sol y las cenefas en el exterior de la casa imitan un pentagrama.
Ubicado en el casco urbano de Comillas junto al Palacio de Sobrellano.
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