Parada obligada si visitáis Carcasona es el Castillo Condal, construido en el siglo XII como último rincón defensivo de la ciudadela.
Se trata de la fortaleza que albergó a los Vizcondes de Trencavel, señores de Carcasona, aunque actualmente poco queda de aquel original castillo, pues a lo largo de los años ha sufrido numerosísimas restauraciones. La principal fue la llevada a cabo por el arquitecto medieval Eugène Viollet-le-Duc, algo cuestionada por las reformas más idealistas que reales, pero sin lugar a dudas, sublime.
El Castillo se encuentra situado en la parte occidental de la ciudadela y se accede a él a través de un puente construido sobre un enorme foso. Una barbacana, nueve torres de cuatro plantas y una gran muralla lo protegen dignamente.
La visita al Castillo conlleva caminar por el Paseo de Ronda, pero desde luego, el interior de la ciudadela desde las alturas es otra forma de apreciar la belleza del entorno, rodeado de extensos viñedos.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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Precios
La entrada al Castillo vale 9 €.
Puesto que hay que hacer mucha cola para comprarla, es recomendable hacerse con ella con antelación para acceder sin esperar cola.
La visita te ocupará una hora y media aproximadamente, dos como máximo.
