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La ciudad palatina nazarí por excelencia como conjunto monumental más icónico y emblemático de Granada, la más hermosa de las antiguas civilizaciones musulmanas, mantiene sus puertas abiertas a través de la historia para trasladarnos al sabor del pasado.
Su nombre procede del árabe «Al-Hamrāʼ», que en su estilo clásico tiene significado de “rojez”, y que a su vez procede del nombre completo «al-Qalʼa Al-hamra», que significa “castillo rojo”, y hay varias teorías que explican el origen del mismo.
Hay quienes lo atribuyen a que, en la época andalusí, durante sus largas noches de construcción, la luz de las antorchas concedía un matiz rojizo a una Alhambra perfectamente encalada, asignándole poéticamente el nombre de “castillo rojo”. Y hay quienes defienden que “Alhambra” es el nombre en femenino de su fundador, Muhammad I Al-Ahmar, que en árabe significa “el Rojo”, por el color rojizo de su barba.
En cualquier caso, cuando hablamos de la Alhambra nos referimos a un conjunto monumental de palacios y jardines rodeados por una gran muralla que representa todo el poder y el esplendor de la dinastía nazarí.
Durante siglos, esta ciudad palatina fue residencia real, pasando después a ser una fortaleza que albergaba una ciudadela en la cual no solo habitaban los reyes sino también la guardia real y el resto de nobles y plebeyos de la Corte de Granada. Y aunque la fortificación existe desde el siglo IX, no fue hasta los s. XIII y XIV cuando se convirtió en una gran fortaleza.
La Alhambra se levanta sobre la Colina de la Sabika, uno de los puntos de más elevación de la ciudad, en los márgenes del río Darro, y se encuentra protegida por las montañas de Sierra Nevada, de la cual bebe. El hecho de que se ubique en este lugar tan estratégico se debe a la búsqueda de una situación defensiva a la vez que se pretendía transmitir que el poder real se encontraba en la cima y era perceptible para el resto de la ciudad.
El conjunto monumental cuenta con una Alcazaba, fortaleza de la antigua guardia real para la defensa y vigilancia de la ciudadela, unos hermosos Palacios Nazaríes, entre los que cabe destacar el Palacio de Comares y el Palacio de los Leones, pertenecientes a la pequeña medina que existía dentro, y otro palacio independiente, el Generalife, como casa de recreo de los sultanes de Granada, rodeado de huertos y jardines, de más reciente creación. También de más reciente creación encontramos el Palacio de Carlos V, uno de los Palacios Nazaríes pero de construcción renacentista, situado junto al de Comares y contrastando con la arquitectura y estilo islámico del entorno, y creado para satisfacer las necesidades y comodidades del emperador y su familia que el antiguo palacio árabe ya no cumplía.
Anexionado a la Alhambra, el palacio del Generalife aromatiza el entorno con sus huertos y jardines. Su nombre proviene del árabe «Yannat-al-Arif» o Jardín del Arquitecto.
Como se dice, era la villa de retiro y descanso de los reyes musulmanes, situándose fuera de las murallas de la Alhambra, en la ladera del Cerro del Sol. Pero no solo servía como asueto para la familia real nazarí, sino también como explotación agrícola para su propia manutención, y de ahí la cantidad de huertos con los que contaba.
Su construcción data de finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, y es el resultado de una serie de ampliaciones y modificaciones realizadas a lo largo de los siglos por los diferentes sultanes de la dinastía nazarí. Muchas de estas modificaciones se han realizado incluso en pleno siglo XX, y ha sido declarado, junto con la Alhambra, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Y, también, junto con la Alhambra, es uno de los conjuntos arquitectónicos más destacables de la civilización musulmana.
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HORARIO
Visita diurna
Visita nocturna
La ciudad palatina de la Alhambra abre sus puertas todos los días del año excepto el 25 de diciembre (Navidad) y el 1 de enero (Año Nuevo).
ENTRADAS
TRANSPORTE
Dentro del parking hay cuatro zonas: la primera es la destinada a autobuses y caravanas, y la última es la más cercana a la entrada del Generalife, junto a la taquilla de venta de entradas. Ten en cuenta que esta zona es la primera en llenarse de vehículos.
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