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La Acrópolis es uno de los lugares más característicos de Grecia. Su traducción literal es “ciudad alta” y es que esta se construía en la parte más alta de las ciudades griegas para poder cumplir una de sus funciones principales: mantener la defensa de la misma. La Acrópolis, además, era el lugar donde se rendía culto a los dioses, ya que era allí donde se colocaban los templos.
La Acrópolis de Atenas es la más importante de Grecia, siendo también uno de los puntos más conocidos. Se alza en una cima que se encuentra a 156 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que pueda verse desde cualquier punto de Atenas.
Durante toda su historia la Acrópolis ha sufrido destrozos, saqueos, guerras e incluso ha sido parte de un polvorín, pero gracias a las restauraciones y labores de conservación todo aquel que la visita puede transportarse a la Grecia antigua y sentirse como uno de sus primeros pobladores.
La Acrópolis ateniense integra algunos de los elementos que más se conocen de la época clásica griega: el Partenón, el Erecteion, el templo de Atenea Niké o los Propileos, entre otros.
Es el monumento estrella de la Acrópolis. Es el símbolo más reconocible de Grecia y fue erigido para albergar la estatua de Atenea Parthenos, por la que recibe además su nombre, que medía 12 metros y estaba hecha principalmente de mármol blanco y oro. Fue obra de Fidias, que supervisó además la construcción del monumento, que fue obra de los arquitectos Ictino y Calícrates.
Este pequeño templo fue construido en el año 420 a.C. en honor de la diosa Atenea Niké. Esta diosa era el símbolo de la victoria y de la que se dicen le cortaron las alas para que no pudiera abandonar nunca la ciudad.
Este templo conmemoraba la victoria del pueblo griego ante los persas en la Batalla de Salamina.
Construidos entre 437 y 432 a.C., eran la gran entrada a la Acrópolis. Era un imponente edificio con forma rectangular que estaba compuesto por columnas de estilo dórico, al igual que el Partenón, que delimitaban cinco puertas que tenían diferentes funciones y dos alas laterales.
Este templo de estilo jónico fue construido entre los años 420 y 406 a.C. La leyenda cuenta que el lugar donde fue erigido es uno de los más sagrados de la Acrópolis, ya que se supone que allí la diosa Atenea hizo florecer el primer olivo de Grecia.
En la galería sur de este templo se pueden apreciar a las Cariátides, que son seis columnas que tienen forma de mujer, que ejercen de sujeción del templo. Las originales pueden visitarse en el Museo de la Acrópolis.
Siempre fui la amiga que llevaba una cámara a cuestas, por lo que acabé convirtiendo en una de mis profesiones. Apasionada de los viajes y la comunicación, siempre pensando el próximo destino
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