La catedral de San Isaac es una impresionante joya arquitectónica de estilo neoclásico, siendo también uno de los templos más grandes del mundo. Su interior es conocido como una de las más suntuosas y grandiosa de las iglesias de San Petersburgo. Fue construida por Pedro el Grande debido a que fue el santo que correspondía a su fecha de nacimiento, el 30 de mayo.
El zar Alejandro I ordenó al arquitecto August Monferrand la construcción de una nueva iglesia en el siglo XIX, construcción que comenzó en 1818. Este arquitecto francés, se topó con grandes problemas al momento de comenzar la obra debido a que el terreno era demasiado blando y no iba a soportar el peso del edificio. Por ende, decidió recurrir a una técnica que había usado ya en otros edificios de Venecia, pilotes de madera enterrados sobre los que apoyan los cimientos.
En 1858 estuvo terminada la construcción y fue dedicada a San Isaac de Dalmacia, santo patrono de Pedro el Grande.
Muchas personas criticaron al arquitecto Monferrand debido al aspecto arquitectónico que había elegido para esta iglesia, diciendo que era muy poco llamativa, recta y con volúmenes simples. Aún así este obtuvo la admiración del zar dado que admiraba el estilo Imperio de la época napoleónica al que se asemejaba dicha iglesia.
En 1928 se inauguró el Museo con la exhibición “Historia de la Construcción de San Isaac. Tres años más tarde, la iglesia fue inaugurada nuevamente como Museo Estatal Antirreligioso durante el gobierno soviético. En 1937 pasó a ser considerada un monumento arquitectónico.
Durante la Segunda Guerra Mundial la Catedral fue un blanco visible durante los bombardeos, por ende, decidieron pintarla de gris para hacerla pasar desapercibida. Durante este tiempo la iglesia se utilizó para resguardar otros elementos de valor y obras que se encontraban en distintos museos.
Entre 1945 y 1963 el edificio debió ser restaurado reabriendo en 1948 al público como Museo con exhibiciones relacionadas con la construcción y reconstrucción de la Iglesia y el Péndulo de Foucault. En 1963 pasó a ser sede del Museo de la Historia de Leningrado.
Actualmente se realizan exhibiciones, conciertos, eventos culturales y misa, pero en ocasiones muy particulares.
Cuenta con 4 fachadas de aspecto griego que están decoradas con frontones diseñadas con esculturas y relieves y protegidas, además, por enormes columnas de granito. Sus cúpulas impactan desde el exterior y su interior es totalmente precioso debido a sus impresionantes frescos que decoran las bóvedas con detalladas imágenes que parecen cobrar vida, tienen detalles que asombran.
Su decoración es en mosaicos, columnas de piedras semipreciosas y mármol lo que le da un brillo único y un color hermoso.
Lo más atractivo de la Iglesia y lo que más llama la atención turística es la subida a la cúpula. Es una impresionante cúpula de color dorado que resulta visible desde casi todos los puntos del centro histórico. Subir hasta ella te permite tener una vista panorámica impresionante de toda la ciudad. Sin embargo, para hacerla debes tener un buen estado físico dado que es necesario subir 226 escalones, pero valen totalmente la pena.
Sin lugar a dudas es una de las visitas imprescindibles de la ciudad de San Petersburgo, lo único que es importante tener en cuenta es que:
Su ubicación es St Isaac’s Square, 4.
Se puede llegar a ella mediante:
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