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El museo de Dublinia presenta una experiencia interactiva con exposiciones interesantes. Su objetivo es el enfoque en la historia vikinga y medieval de la ciudad. A estas importantes tradiciones se les añade el edifico anexo al que se encuentra. Se trata de una torre de piedra que data del siglo XVII, el antiguo campanario de la iglesia St. Michael The Arcángel.
Es un conjunto de actividades que lo hacen imperdible al momento de visitar Dublín. Especialmente si vas en plan de viaje familiar donde se incluyen niños, de seguro lo disfrutarán un montón.
El museo abre sus puertas en el año 1993, incluyendo la exposición permanente en el 2005. Pero fue en 2010 cuando se hizo una renovación completa del lugar manteniéndose hasta la actualidad.
Es un impactante edificio gótico que está divido en tres plantas principales de exhibicionismo. Tendrás la oportunidad de conocer cómo eran las ferias medievales, las casas de los exitosos y adinerados comerciantes o los tradicionales hogares vikingos. También fotografiarte como si fueras un real vikingo o un caballero.
Así mismo, cuenta con una importante colección de objetos de la época vikinga. Y por supuesto que posee una escena completa que incluye actores e invitan a los visitantes a participar. Al tratarse de una exhibición interactiva ofrece recreaciones históricas que te hacen imaginar vívidamente cómo sería en realidad el estilo de vida de la época vikinga irlandesa.
Consiguen alcanzar el objetivo de trasladarte al pasado. Se encargan de recrear algunos escenarios que así lo hace, tal es el caso de la casa vikinga a la que tienes acceso, donde en el baño se escucha a un señor de la época haciendo uso de él.
Incluso, hay un área donde se investigan las enfermedades y causas de muerte de la época medieval. También se logra visualizar las comidas y tipos de bichos con los que vivían y hasta comían. Un poco asqueroso, al decir verdad. Así como todo lo que tiene que ver con las recreaciones de la forma de vida de los vikingos en Irlanda. Puedes ponerte sus ropas y utilizar sus armas, nada que no puedas ver, tocar, oler o sentir.
El lenguaje es otra de las cosas que allí aprendes, incluso, hasta escribir tu nombre en dicho idioma. Es especialmente divertido si estás con niños o con un entorno familiar, muy entretenido del que saldrán todos riéndose de tal experiencia.
Al final de recorrido puedes subir los 92 escalones de la torre de St. Michael, donde tendrás una perspectiva diferente de la ciudad. Sin duda, una vista panorámica de la hermosa ciudad de Dublín, claro, si el clima así lo permite.
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De Zymurgy – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=73891577
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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