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Ver un eclipse, sea lunar o solar, es un evento muy importante que ocurre esporádicamente y la comunidad astronómica lo celebra. Momento de oportunidad para estudiar cada paso del proceso y resolver las incógnitas presentes. Nosotros, por nuestra parte, disfrutamos de un momento maravilloso con nuestras familias en un espacio agradable y podemos convertir en un picnic.
Un eclipse es fenómeno astronómico donde el Sol, el Planeta y la Luna se encuentran alineados perfectamente. Por esta razón, es un evento que ocurre de forma esporádica. Debe haber un cuerpo celeste impuesto en el medio que permite la oclusión de la luz, ocasionando un efecto visual maravilloso.
Un eclipse solar es un fenómeno natural que siempre es muy esperado por las personas. Se convierte en un espectáculo por la asombrosa evidencia que ocurre en el momento.
Es un espectáculo que puede durar 3 horas aproximadamente e incluso hasta más, pero bastante atrayente y emotivo. Puede ser disfrutado por expertos en la materia, fanáticos de la ciencia y personas que no están empapados en tema. Es decir, es apto para todo público e ideal para disfrutar en familia. Una de esas atracciones que se recuerdan por siempre.
Realmente, no necesitamos de equipos especiales para disfrutar de un eclipse, sea solar o lunar. Por supuesto que existen accesorios como los telescopios, pero si no los tienes, no quiere decir que no disfrutarás el show.
Pero si es un eclipse solar, es un peligro observarlo directamente. Mirar el sol directamente no es bueno para nuestra salud visual al transcurrir el tiempo (con eclipse o sin eclipse).
Las radiaciones que emite el Sol son muy fuertes, mirarlo directamente puede ocasionar graves problemas en la retina. Puede que resulte tentador fijar la mirada y en los primeros minutos nuestros ojos aguanten, sin aparentes molestias. Pero las consecuencias pueden ir desde disminución de la visión hasta la ceguera legal.
Para verlo adecuadamente, disminuyendo los riesgos podemos utilizar herramientas útiles.
Lo más sano es verlo por de la pantalla del tv o teléfono, especialmente si es por la web de La Nasa. En el caso de vivir la experiencia con nuestros hijos, procuremos que sus ojos estén bien protegidos. Especialmente por sus estructuras oculares que son más débiles y vulnerables.
No es recomendable: usar radiografías, gafas de sol, cristales de vidrio oscuros, CD’s o diskettes.
Elegir dónde ver el eclipse, así estaremos presenciando enteramente el evento. Sólo percatémonos de que sea un lugar con la menos contaminación lumínica posible, y el menor smog de la ciudad. Si estás cerca de un lugar de montaña o playa, es perfecto.
Programar la escapada, recordar llevar la pequeña mochila con todo lo necesario para el disfrute. Especialmente lo imprescindible de nuestros hijos, donde los snacks son de suma importancia mientras esperamos, así calmarán su ansiedad. Linternas, abrigos y agua.
Infórmate, busca información sobre el evento que ocurrirá ante tus ojos. Crea una linda historia a tus hijos y ayúdales a desarrollar su imaginación. Así, también estarás preparado ante las múltiples preguntas que seguro tendrás de parte de tus familiares.
Inmortaliza el momento, no olvides llevar la cámara y retratar el momento de felicidad. Por lo general, los eclipses tienen una duración de 3 horas aproximadamente, a veces hasta más. Tendrás tiempo para fotografiar las mejores sonrisas. Para retratar el cielo, si necesitarás de un equipo especial, pero si no lo tienes, está bien. Al final del momento, lo que más importa es pasarla bien en familia.
Lic. En Comunicación Social y docente. Encuentro en cada texto, en cada fotografía y en cada nuevo destino el sentido más profundo de la vida.
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