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El Barrio de Sultanahmet es sin dudas el protagonista del turismo en Estambul. Es el sitio ideal para incursionar en la historia, la cultura, la arquitectura y acceder a los productos típicos de una de las ciudades más cautivantes del mundo.
Cuando uno llega por primera vez a Estambul es obligación entregarse a las calles de la ciudad antigua. Allí donde se esconden las historias de sus fundadores, de los primeros pobladores y de una variedad de culturas que transitaron por el lugar. En esa superficie a orillas del Bósforo, nos reciben los monumentos más impactantes y simbólicos de bizantinos, otomanos y de Turquía en general.
Una diversidad hotelera nos ofrece en el barrio de Sultanahmet posadas de toda índole. En algunos hoteles podemos subir a sus terrazas y admirar desde allí Santa Sofía, la Mezquita Azul y otros íconos de la ciudad.
La gran ventaja para quienes optamos por alojamientos en este barrio es la cercanía a los diferentes puntos de interés. Una buena manera de ganar tiempo para recorrer con más tranquilidad los palacios imperiales como el Topkapi o el Dolmabahce.
Durante los trayectos de un edificio a otro no podemos perdernos de las comidas de los vendedores ambulantes. Estos puestos son económicos, agradables y parte de la tradición… por ende debemos acercarnos y comprobar por experiencia propia.
Existen una gran cantidad de espacios abiertos, plazas y jardines en los cuales pasar un tiempo de descanso. Ahora, bien será un descanso físico porque nuestros sentidos seguirán trabajando agitadamente frente a todas las motivaciones del entorno. Colores, sonidos, aromas se mezclan a nuestro alrededor y generan un show en sí mismas. ¿Sabías que una plaza junto a la Mezquita Azul fue en realidad el Hipódromo más importante de Constantinopla?
Como si fuera poco todo lo que vemos sobre estas tierras también nos aguarda una experiencia subterránea. La gran Cisterna Basílica con sus columnas, sus leyendas… un palacio sumergido que persiste a través de los años y sorprende generación tras generación.
Además de ingresar a todos los monumentos y parques que podamos, hay que volver a mirar desde afuera cuando llega la noche. La iluminación de estas maravillas arquitectónicas hacen de lo suyo y generan imágenes increíbles. De esas que todos los viajeros soñamos encontrar al planificar cada destino.
Por las noches, antes de ir a descansar para bajar los niveles de adrenalina, es aconsejable una cena en unos de los tantos restaurantes del Barrio. En algunos, podremos además disfrutar de una presentación de los derviches. Si hablamos de espectáculos, desde las presentaciones de los platos hasta los bailarines tenemos grandes posibilidades de entretenimiento.
Disfruta de unos días en el Barrio de Sultanahmet, navega el Bósforo, acércate a los mercados tradicionales, compra en el bazar… de nada te arrepentirás.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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