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El yoga transforma vidas es una afirmación inequívoca de quienes practican esta disciplina. Cuerpo y mente se ponen en actividad desde las primeras prácticas con resultados verdaderamente positivos. De hecho, millones de personas en el mundo entero comparten y disfrutan de sus beneficios.
Si nos enfocamos en la etimología del concepto descubrimos que yoga significa básicamente unir, conectar. Se trata de una disciplina que asocia la actividad física, mental y espiritual. Una conjunción en la cual se trabaja sobre todos los aspectos de la vida humana.
Diferentes autores están de acuerdo en que el yoga tiene sus orígenes en el hinduismo, en lo que se difieren es quizá en la época. Las primeras referencias escritas se remontan al año 1500 A.C., específicamente en los Vedas. En estos textos de la literatura india se habla ya del yoga como una ciencia de vida.
Otros toman como los inicios lo años 3000 A.C., época de data de elementos descubiertos por los antropólogos en la India. Se trata de figuras realizadas en piedra que representan diferentes posturas de meditación.
Por su parte, los propios hindúes consideran que no se puede establecer una fecha de origen del yoga. Para ellos es una doctrina que siempre existió, es eterna y tiene por misión liberar el alma de lo material.
Unión, conexión del cuerpo con la naturaleza intrínseca de cada persona. La práctica del yoga comienza a tener resultados positivos en el corto plazo. Muchos comienzan por el solo hecho de mejorar su estado físico, pero sorpresivamente descubren que toda su cotidianeidad se ve modificada.
Al iniciarnos en esta disciplina nuestro cuerpo se vuelve más flexible, las tensiones musculares disminuyen y la sensación es tranquilizadora. Luego de unos meses, notaremos que se mejora la tensión arterial, el equilibrio, la sistema óseo y hasta nuestra memoria funcionará con más exactitud.
El énfasis en la meditación nos permite comprender nuestro cuerpo como algo sagrado y nuestro espíritu verdadero. Esa conexión de la que se habla la tendremos con nuestro interior y es ahí donde el afirmaremos que el yoga transforma vidas. Cada situación, cada pensamiento, cada acción se llevará a cabo con las energías necesarias porque tendremos el poder de identificar y valorar a consciencia.
Nuestra autoestima se verá reforzada dándonos la fortaleza que requerimos para nuestra vida. El hecho de estar en paz con uno mismo, de ver cambios verdaderos en nuestro cuerpo y mente, nos da seguridad. Comprendemos al final que nosotros somos más importantes que cualquier circunstancia que nos aqueje. En ese momento, las alternativas se visualizan más claras porque estamos en armonía.
Estos cambios favorecen nuestra salud en general por lo que es muy recomendada para personas de todas las edades. Asimismo, la imagen que nos refleja cada día en los espejos también se ve diferente. Más jóvenes, más luminosos, llenos de energía positiva para vivir con el alma. Básicamente nos sentimos cómodos con nuestro cuerpo, activos con nuestra mente y libres de espíritu.
Cuando dedicamos tiempo a la práctica del yoga nuestra confianza y elasticidad irán en aumento y podremos probar nuevas asanas. El yoga transforma vidas, es un viaje de superación personal que todos somos capaces de emprender. Y lo que resulta más feliz aún, un viaje que nos lleva a destinos placenteros, al autoconocimiento y a la armonía energética.
Enamorado de los viajes y fotógrafo aficionado. Mi pasión es viajar, pero siempre acompañado de mi cámara. Como unión de estas dos cosas nació Viajeros por el Mundo!
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