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Bruselas no tiene fecha oficial de fundación, ya que no se conocen escritos o fuentes arqueológicas que puedan corroborar una fecha concreta, aunque muchos historiadores la atribuyen al año 979.
Su emplazamiento ya era conocido en el siglo VII cuando el Obispo de Cambrai mandó construir una capilla en una de las islas del río Sena. Alrededor de esta se creó una aldea con el nombre de Broeksele, aunque su fundación se ha establecido en el año 979, ya que en esa fecha el Conde de Brabante mandó edificar una fortaleza a instancia de Otón II el Sanguinario para defender la plaza.
A partir del siglo XII los Condes de Brabantes se establecieron en el monte Coudenberg, que es ahora la Plaza Real. Este sería el momento en el que despegaría como ciudad.
Su localización en la ruta entre Brujas y Colonia le permitió crecer en poco tiempo y convertirse en un importante centro comercial. Fue parte de las ciudades que organizaron las “Ferias de la Champaña” y a finales del siglo XIII se integró en la “Liga Hanseática”.
Durante la Edad Media, Bruselas dio lugar a “Los Linajes”. Esto eran familias acomodadas que se repartieron el poder de igual modo que se hizo en las ciudades de la Corona de Castilla y que lograrían una serie de privilegios políticos y comerciales.
En el año 1306 existían siete Linajes diferentes que, en conjunto, formaban el Patriarcado o nobleza urbana. Estos se guiaban por el vilicus o apoderado, el cual representaba al Duque en la ciudad, para elegir al Escabino y al Jurado anualmente.
Que fuera anual no era casualidad, ya que así se impedía que un Linaje se impusiera ante otro, aunque no impidió que se llevaran a cabo luchas entre ellos; en el siglo XV fueron muy conocidos los enfrentamientos entre los Linajes Van Lombeke y Van den Heetvelde.
A principios del siglo XIV Bruselas vivió una revuelta integrada por los trabajadores de los diferentes oficios, ya que los Linajes se negaban a compartir su poder con ellos y con las clases más bajas, pero en el 1390 se vieron con la necesidad de conceder a los oficios el derecho de agruparse en gremios o gildas.
En 1421 se aprobó la constitución municipal en la que se repartió el poder entre los Linajes y los gremios. Esta permanecería hasta 1795.
En el año 1477 Bruselas pasó a ser dependiente del Imperio Español, convirtiéndose así en sede de los gobernadores de Flandes.
En 1609 las Provincias Unidas del norte se separaron, pero Bruselas siguió siendo capital de los Países Bajos Españoles.
Bruselas fue clave en las guerras de las religiones. El buen clima de la ciudad hizo que religiones como luteranismo y el calvinismo se implantaran en ella.
En el año 1567 estas guerras se ampliaron a todo Flandes y el rey Felipe II de España envió al Duque de Alba para sofocarlas. Este instituyó el “Tribunal de los Tumultos o de la Sangre” en el que se juzgaba a los herejes y los disidentes. Esto provocó un gran malestar y fue una de las causas de la “Guerra de los Ochenta años” o “Guerra de Flandes”.
Cuando Guillermo de Orange se sublevó contra España, Bruselas apoyó la causa.
Se produjo una gran inestabilidad económica en la ciudad, de la que no se recuperó hasta que la Infanta Isabel llegó al poder.
En el año 1713 pasó a depender de la corona de España a la corona de Austria por el tratado de Utrecht.
En el año 1789 los belgas se sublevaron contra los austriacos y proclamaron los Estados Belgas Unidos, pero unos años después, fue ocupada por las tropas napoleónicas y fue parte de Francia hasta el año 1814.
En 1815, tras la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo, Bruselas dejó de pertenecer a Francia y se incorporó a los Países Bajos.
El 25 de agosto de 1830 Bélgica proclamó su independencia, con Leopoldo I como rey y Bruselas como capital de la nueva nación.
Bruselas se ha ido desarrollando constantemente, a excepción del parón “obligado” por ambas guerras mundiales.
Ha sido elegida hasta tres veces como sede de la exposición universal, en 1897, 1910 y 1958. En esta última fue cuando se llevó a cabo la construcción del Atomium que, junto al famoso Manneken Pis, se han convertido en los símbolos de la ciudad.
Actualmente Bruselas es la capital de la Unión Europea y alberga el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo Europeo. También es sede de la OTAN y actúa como árbitro entre las comunidades de los flamencos y los valones.
Los enchufes de Bruselas son iguales a los de España, por lo que no necesitan ningún adaptador especial para que los aparatos electrónicos y/o cargadores funcionen allí.
El horario comercial de Bruselas es algo limitado, por lo que tendrás que planificar muy bien tus visitas y lugares a los que quieras ir.
La mayoría de las tiendas abren de 10:00 a 18:00h de lunes a viernes; algunos sábados de manera excepcional el horario de apertura es de una hora más. Excepcionalmente, algunas tiendas abren los domingos y otras cierran los lunes por la mañana.
Respecto a los centros comerciales, suelen tener el mismo horario que las tiendas a pie de calle, aunque el Inno mantiene sus puertas abiertas hasta las 20:00h.
La moneda oficial de Bruselas es el euro, por lo que no tienes que preocuparte en cambiar moneda si viajas desde España o cualquier país de la Unión Europea.
La hora oficial es la misma que en España, por lo que no notarás el cambio.
Para poder viajar a Bruselas los ciudadanos de la Unión Europea únicamente necesitan el DNI y/o el pasaporte en vigor.
Los habitantes de estos países sólo necesitan un pasaporte para estancias inferiores a 90 días:
Andorra, Argentina, Australia, Brasil, Brunei, Canadá, Chile, Ciudad del Vaticano, Colombia, Costa Rica, Croacia, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Hong Kong, Israel, Japón, Macao, Malasia, México, Mónaco, Nicaragua, Nueva Zelanda, Panamá, Perú, Paraguay, República de Corea, San Marino, Suiza, Singapur, Uruguay y Venezuela.
Los ciudadanos del resto de países pueden consultar la documentación necesaria en las correspondientes embajadas de Bélgica de sus países o en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica.
Respecto al tiempo, la mejor época para visitar Bruselas es de mayo a septiembre, ya que la temperatura suele ser mucho más agradable, aunque si no eres friolero visita la ciudad en invierno, ya que te evitarás aglomeraciones y podrás ver la ciudad con más calma. Bruselas suele ser una ciudad con lluvia, por lo que vayas en la época que vayas, puedes encontrarte con ella, así que tengo en cuenta y no olvides el paraguas y/o el chubasquero.
Los veranos suelen ser templados, las temperaturas no suelen sobrepasar los 20 grados, por lo que nunca llega a tener un calor agobiante. Los inviernos, por el contrario, suelen ser bastante fríos, con temperaturas entre los 4 y 7 grados en los meses de octubre a marzo.
Bruselas es una de las ciudades mejor comunicadas. Cuenta con dos aeropuertos por los que puedes llegar hasta ella:
El primero de ellos es el Aeropuerto de Bruselas, también conocido como Aeropuerto de Zaventem, ya que es la localidad en la que se encuentra. Está situado a 12km al noroeste de Bruselas. Con más de 21 millones de pasajeros anuales, este es el principal aeropuerto de Bélgica y también la base de operaciones de Brussels Airlines.
Este aeropuerto se construyó durante la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación nazi. Ha sido elegido mejor aeropuerto de Europa varias veces.
El segundo aeropuerto es el Aeropuerto de Charleroi, también conocido como Bruselas-Sur, que se encuentra a 55km al sur de la ciudad. Este aeropuerto es el elegido por las principales compañías de bajo coste, las cuales influyen en su crecimiento.
Siguiendo con el transporte, en Bruselas el transporte público funciona bastante bien y es muy eficiente, aunque sí que es verdad que no existen apenas mapas de los buses y el tranvía, lo que lo complica un poco.
Metro: Aunque es uno de los más modernos de Europa, es un poco limitado, lo que da una impresión totalmente contraria.
Cuenta con seis líneas diferentes, aunque en realidad son cuatro de metro y dos de metro ligero (tranvía).
Líneas 1 y 5: Recorren Bruselas de este a oeste. Muy útiles para llegar al Palacio del Cincuentenario o al Parque de Bruselas.
Líneas 2 y 6: Estas líneas son circulares. La 6 es perfecta si quieres visitar el Atomium y Mini Europe.
Líneas 3 y 4: Recorren la ciudad de norte a sur. Se usan sobre todo para traslados desde la estación de tren Gare du Midi hasta el centro de la ciudad.
Los horarios del metro de Bruselas son de 5:30 a 00:00h aproximadamente., aunque los fines de semana y festivos no empieza a funcionar hasta las 6:00h. Las líneas 3 y 4 empiezan a operar a las 5:00h. Tienen una frecuencia de entre 6 y 10 minutos aproximadamente, aunque hay tramos horarios en los que puede aumentar hasta los 20 minutos.
Tranvía: Es una de las más extensas del mundo. Parte de su red está soterrada y es muy fácil confundirla con el metro.
Cuenta con 19 líneas diferentes, aunque las más importantes, por el tema del turismo, son las siguientes:
Líneas 32 y 33: Son muy similares a las líneas 3 y 4 del metro. Comunican la estación de Gare de Midi con el centro de Bruselas y pasa por lugares importantes como por ejemplo la Bolsa.
Línea 51: Esta línea llega hasta Brupark, donde podemos visitar el famoso Atomium y Mini Europe, siendo una alternativa a la línea 6 del metro.
Líneas 92 y 94: Perfectas para recorrerte la ciudad. Efectúan paradas en lugares tan visitados como los Museos de Bellas Artes, el Palacio de la Justicia o el Palacio Real, entre otros.
Sus horarios y frecuencia son muy similares a los del metro.
Autobuses: en Bruselas usar los autobuses no es algo que realmente merezca la pena, a excepción de las líneas nocturnas.
Los Noctis son los autobuses que operan los fines de semana hasta las 3 de la madrugada. Son perfectos para volver a casa. Todos salen desde la Plaza de la Bolsa (Bourse).
Taxis: De los más caros de Europa, el coste por kilómetro hace que el precio final sea bastante superior a lo esperado.
No son taxis convencionales como los que estamos acostumbrados a ver en todas las ciudades, si no que únicamente se differencian porque llevan el cartel de disponibilidad en el techo.
Tarifas:
Precios del transporte público
Los billetes se validan en las estaciones de metro o al subir a un autobús o tranvía y se pueden adquirir tanto en las estaciones como en puestos de prensa. Los conductores también venden, pero llevan un ligero suplemento.
En Bélgica hay dos idiomas oficiales: el francés y el neerlandés. Aunque hay muchos habitantes se comunican en inglés y entienden cada vez más el español. De todos modos, te dejamos una serie de expresiones en francés que pueden serte muy útil:
Sí: Oui
No: Non
Por favor: S’il vous plaît
Gracias: Merci
De nada: Rien
Adiós: Au revoir
Buenos días: Bonjour
Buenas tardes: Bonne soir
Buenas noches: Bonne nuit
No entiendo: Je ne comprends pas
¿Cómo está?: Comment ça va?
Estoy muy bien: Ça va bien
Desayuno: Petir déjeuner
Cena: Dîner
Una buena recomendación es que te guardes los siguientes números en la agenda de tu móvil y/o los apuntes en algo que siempre vayas a llevar contigo, ya que nunca se sabe cuándo vas a necesitarlos y pueden ayudarte en caso de urgencia:
Igualmente, es conveniente llevar apuntado el teléfono del hotel donde te alojes, así como la dirección para asegurarte poder llegar siempre hasta él.
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Siempre fui la amiga que llevaba una cámara a cuestas, por lo que acabé convirtiendo en una de mis profesiones. Apasionada de los viajes y la comunicación, siempre pensando el próximo destino
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